A través de hojas sensibles a múltiples combinaciones, busco una narrativa que haga posible mi relación con el tiempo, mediante la transformación de mi experiencia individual en una metáfora compartida.
Esta obra procesual surge a partir de una necesidad de formularse preguntas como un punto de partida y no de llegada. Tomo prestado el término “espacio biográfico” de Philippe Lejeune (1980) para profundizar sobre las narrativas del “yo” como un espacio de reflexión. El “espacio biográfico” es un proceso de análisis y reflexión desde lo interior a lo exterior, desde lo propio a lo común y desde la individualidad a la sociedad. Estas articulaciones binarias me permiten pensar a partir de la otredad e identificar mi lugar de enunciación.
En este ensayo fotográfico me acerco a esos lugares donde la cámara no puede llegar. Hay elementos del autoconocimiento que, de pronto, toman relieve en un tiempo inédito y se reconocen en fragmentos. A partir de ahí, rehabilito los necesarios diálogos internos y nace una necesidad de recordar y navegar la memoria mediante una narración que se presenta de manera abierta. El cambio profundo en el mar de los recuerdos orienta mi propia representación de mi experiencia-existencia en mi espacio-tiempo.
Esta interpretación del cuerpo y el recuerdo a través de reproducciones fotográficas aparece en la escena como detonador del conocimiento, los diálogos internos y externos se convierten en los dispositivos fundamentales para la construcción de la identidad y la alteridad en sus dos universos: individual y colectivo.